Módulo 4: Detección Precoz y Diagnóstico
Perfilado de sección
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Dado que los síntomas (dificultad para orinar, necesidad frecuente, dolor, sangre en la orina o semen) suelen aparecer en etapas avanzadas, la detección precoz es la herramienta más poderosa que tenemos. El chequeo urológico preventivo se basa en dos pruebas clave:
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Antígeno Prostático Específico (PSA): Un análisis de sangre que mide los niveles de una proteína producida por la próstata. Un nivel elevado puede sugerir la presencia de cáncer, aunque también puede deberse a otras afecciones como la HPB o la prostatitis.
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Tacto Rectal: Un examen físico en el que el urólogo palpa la próstata a través del recto para detectar nódulos o zonas endurecidas sospechosas.
Si estas pruebas iniciales resultan anormales, el siguiente paso para confirmar el diagnóstico suele ser una biopsia prostática, donde se extraen pequeñas muestras de tejido para ser analizadas bajo el microscopio.
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