3.3. Arquitectura Gótica: La Búsqueda de la Luz
3.3. Arquitectura Gótica: La Búsqueda de la Luz
El Gótico, que nace en la región de París a mediados del siglo XII, representa una revolución técnica y espiritual que transformó la arquitectura medieval.
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Contexto y Filosofía: El estilo gótico surge en un contexto de resurgimiento de las ciudades, del comercio y del poder de los obispos frente a los monasterios rurales. La filosofía de la época, influenciada por el abad Suger de Saint-Denis (considerada la primera obra gótica), asociaba la luz con la divinidad. El objetivo del arquitecto gótico será, por tanto, construir iglesias más altas y luminosas, creando un espacio que evocara la Jerusalén Celestial.
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La Revolución Estructural: El Gótico representa la culminación de la "batalla contra el muro" que define la arquitectura medieval. Si la basílica paleocristiana tenía un muro-límite y el Románico un muro-soporte, el Gótico logra un "muro-luz". Esto es posible gracias a la combinación de tres innovaciones estructurales que funcionan como un esqueleto portante :
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Arco ojival o apuntado: A diferencia del arco de medio punto, dirige los empujes de forma más vertical, permitiendo alcanzar mayores alturas.
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Bóveda de crucería: Formada por el cruce de dos arcos ojivales, concentra todo el peso de la cubierta en cuatro puntos específicos (los pilares), liberando al muro de su función de carga.
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Arbotantes y Contrafuertes: Este sistema de arcos exteriores (arbotantes) transmite los empujes laterales de las bóvedas desde el cuerpo de la iglesia hasta los contrafuertes exteriores, actuando como un exoesqueleto que estabiliza el edificio.
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Consecuencias Espaciales y Decorativas: Al liberarse de su función portante, el muro puede ser perforado casi en su totalidad. El espacio del muro es ocupado por inmensas vidrieras (vitrales) de colores, que no solo inundan el interior de una luz mística y coloreada, sino que también sirven como "biblias para los analfabetos", narrando historias sagradas a través de imágenes. El resultado es un espacio interior que busca la verticalidad, la ligereza y una sensación de ascensión espiritual. La catedral urbana, financiada por toda la comunidad, se convierte en el edificio emblemático de la época.